martes, 21 de febrero de 2012

El sistema financiero del país es fuerte y solvente: CNBV

CIUDAD DE MÉXICO (19/FEB/2012).- El sistema bancario mexicano cuenta con la solidez y solvencia suficiente para cumplir, incluso antes del plazo oficial, con los nuevos requerimientos de capital, mejor conocidos como Basilea III.

El vicepresidente de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Carlos Serrano, dijo que la meta es que la banca mexicana implemente esta nueva normatividad a partir del segundo semestre de 2012, es decir, 2.6 años antes del plazo establecido por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.

Enfatizó que todos los bancos del sistema cumplirán porque ya se habían tomado algunas medidas como consecuencia de la crisis de 1995, pues la definición de capital para las autoridades mexicanas es ya muy estricta, casi igual a la de Basilea.

El implementarlo de manera casi inmediatamente manda una señal al exterior de que el país cuenta con un sistema financiero fuerte y solvente.

Serrano enfatizó que no hay nada que impida que la banca mexicana cumpla con la parte central de Basilea III -nivel y estructura de capital- mucho antes que el plazo de 2015 establecido a nivel internacional.

El funcionario de la CNBV explicó que con la crisis global de 2008 salieron a la luz algunas deficiencias no cubiertas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en sus acuerdos anteriores (Basilea I y II).

Entre las deficiencias está la ponderación de activos por riesgo pero con el mismo nivel de capital y la inadecuada definición de ese capital.

El tercero, señaló, es que Basilea II permitía ponderar los activos con modelos que veían estadísticamente cuáles eran más riesgosos y cuáles no, para distribuir así el capital.

El cuarto punto que falló en Basilea, comentó, es que no se regulaba en lo absoluto la liquidez de los bancos, ya que se asumía que si un banco es solvente y tiene buen capital, siempre iba a tener alguien que le pueda prestar, pero la crisis demostró lo contrario.

Entonces, lo que hace Basilea III principalmente es corregir estos cuatro problemas, subrayó el vicepresidente de Política Regulatoria de la CNBV.

Para resolver el primer punto, precisó, se está pidiendo más capital para una adecuada valuación de los activos con base en su riesgo y con ello tener realmente capital para absorber pérdidas en un escenario de crisis.

De ahí, que en el punto dos, se pide que una buena parte del capital sea de la más alta calidad, que sirva realmente para absorber pérdidas y para ordenar a los accionistas.

En el punto tres, se establece un seguro por si hay errores en el modelo y que se llama el límite absoluto de apalancamiento, es decir, que el capital como porcentaje de todos los activos sin ponderarlos no pase de cierto nivel.

Este seguro evitará que se repita el caso de las hipotecas subprime, en donde los modelos decían que el riesgo era menor y crecieron brutalmente sin tener capital de respaldo.

Y como cuarto punto se regula por primera vez la liquidez de una institución a través de dos requerimientos, el cociente de liquidez de corto plazo, para que los bancos tengan suficientes activos líquidos para que puedan hacer frente a salidas del lado pasivo, es decir, del lado de los depósitos, a lo largo de un mes en un periodo de estrés.

El segundo requerimiento es la liquidez de largo plazo, para que los activos de más largo plazo se fondeen con depósitos de público o de los mercados de largo plazo. 

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